LA MUJER EN EL ANTIGUO EGIPTO
Se suele decir que la mujer en el Antiguo Egipto gozaba de una "igualdad" sorprendente respecto con el hombre. No obstante, no es del todo cierto.
La mujer era respetada pero no era considerada como igual al hombre, si no como su complemento.
Podemos decir, por ejemplo, que las mujeres egipcias podían elegir a su esposo. No obstante, ella misma pedía el permiso de su padre, como símbolo de respeto.
Tras el matrimonio, la mujer era nombrada como la señora de la casa. Esta Señora de la Casa era la encargada de administrar el patrimonio y de organizarlo todo en el hogar.
La mujer cuando se casaba no perdía su nombre como en otros lugares, lo mantenía. Pero además, también mantenía cierta independencia.
Las mujeres podían disponer de su propio patrimonio, no sólo el del hogar, y además, eran libres para crear sus propios negocios.
Si una mujer era infiel podía encontrarse con un divorcio, aunque también es cierto que en ciertas regiones sí se habría matado a alguna mujer por este “crimen”.